Desde siempre hemos escuchado a nuestro alrededor ese famoso refrán que versa “una imagen vale más que mil palabras”, y creo que estamos de acuerdo en que esta frase es del todo cierta. Es una asunción que podemos extrapolar a la gran mayoría de aspectos del día a día, pues tanto en el panorama personal como en el profesional, desde la descripción de un lugar, o una puesta de sol, hasta para el análisis del detalle de contribuciones fiscales de una multinacional, es preferible ver una imagen que escuchar una descripción o analizar una base de datos.

Ventajas de las herramientas de visualización de datos 

Aterrizando en el plano profesional, ¿a qué se debe esta preferencia por lo gráfico o visual? En primer lugar, el tiempo que tardamos en observar y procesar la información que aparece en una imagen o un conjunto de gráficos y sacar una conclusión es infinitamente menor al tiempo que invertimos en replicar dichas acciones, pero de una base datos. Así, el primer motivo que nos lleva a preferir la visualización gráfica en detrimento de las bases de datos clásicas es la eficiencia. Además, otra de las concesiones que nos da la visualización gráfica de los datos, es la posibilidad de anticiparnos a la hora de tomar decisiones, ya que, gracias a ver, por ejemplo, una comparativa gráfica de la evolución de la inversión que ha hecho una matriz en sus diferentes filiales, versus, el beneficio que reporta cada una de ellas, podremos decidir de forma proactiva, si la compañía debe mantener la política de inversión tal y como está, o realizar cambios para que cada euro invertido reporte una mayor rentabilidad y así explotar el potencial al máximo.

Factores determinantes del Business Intelligence

Lo que realmente necesitan los responsables de las diferentes funciones de una empresa (fiscal/financiera/HR/legal) es analizar, entender el dato y sacar conclusiones de esa base de datos, y la mejor forma de hacer esto es transformar los datos en visualizaciones gráficas sencillas. Para ello, es de vital importancia contar con dos premisas básicas:

• Es conveniente que la información base esté lo más limpia y homogeneizada posible, ya que esto nos permitirá crear informes de calidad que reportarán información fiable y real.
• Es vital saber qué información o conclusiones se quieren extraer de la misma porque esto ayudará a definir los KPIs que los informes deben mostrar.

En conclusión, podemos asegurar que, en cualquier área de una corporación, cada día se invierte tiempo en el estudio y análisis de datos, para poder tomar las decisiones que definirán la estrategia de la compañía en el futuro. Es por ello, que debe existir una relación inversamente proporcional entre tiempo dedicado al estudio y tratamiento de datos, y el tiempo invertido en la toma de decisiones. Esto permitirá a los distintos equipos poder involucrarse más y mejor en la definición de estrategias y toma de decisiones, siempre, con el fin último, de hacer crecer el negocio y aumentar su rentabilidad.