Saber qué es el flujo de caja constituye uno de los indicadores financieros más críticos para la supervivencia y desarrollo sostenible de cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector.

Esta herramienta es esencial ya que, no solo mide la capacidad de una organización para generar dinero, sino que también ofrece una visión clara sobre la habilidad de esta para cubrir sus obligaciones.

La importancia del flujo de caja radica en su capacidad para proporcionar un diagnóstico realista y actualizado de la salud financiera de la empresa, facilitando así la toma de decisiones estratégicas informadas. 

Te explicamos qué es el flujo de caja y cómo calcularlo.  

¿Qué es el flujo de caja?

Para saber qué es el flujo de caja debemos comprender que es un término financiero también conocido como flujo de efectivo o “cash flow”, que alude a las entradas y salidas de dinero de una empresa durante un periodo determinado de tiempo.

Se trata de una herramienta esencial que nos ayuda a medir el total de recursos financieros líquidos que una empresa ha acumulado en un intervalo de tiempo determinado. Es fundamental para llevar a cabo una evaluación financiera de cualquier negocio, ya que permite comprender cómo se están generando y utilizando los fondos dentro de la organización.

Una gestión contable eficiente es fundamental para el éxito y estabilidad de cualquier negocio, especialmente al enfrentarse a una auditoría contable. En un mundo empresarial donde la transparencia financiera es crucial, estar preparados para este proceso es indispensable.

¿Para qué sirve el flujo de caja?

Sirve para determinar el bienestar económico de una corporación, ya que suministra datos clave respecto a la capacidad de la empresa para satisfacer sus obligaciones financieras y mantenerse a flote. Estos datos facilitan la toma de decisiones de los inversionistas y encargados de las finanzas de la empresa, dado que pueden basar sus acciones en datos reales.

Asimismo, el flujo de efectivo desempeña un papel vital en la valoración de la aptitud de la organización para solventar sus compromisos económicos inmediatos y en su habilidad para financiar proyectos de expansión o mejoras a largo plazo.

Para comprender el resto de términos financieros, debemos saber qué son los principios contables para una gestión financiera efectiva. Estos principios, como la prudencia, el devengo y la revelación completa, son los pilares sobre los cuales se construye la práctica contable, contribuyendo a una toma de decisiones informada y al éxito empresarial a largo plazo. 

Tipos de flujo de caja

Hay diferentes tipos de flujo de caja dependiendo del aspecto a evaluar de la empresa: 

Flujo de caja de financiación

Se refiere a la suma de dinero que entra y sale de una empresa debido a actividades relacionadas con la financiación. Esto incluye dinero que la empresa recibe al emitir acciones o al tomar préstamos, así como el dinero que sale de la empresa cuando paga dividendos a sus accionistas. Este concepto captura, por tanto, todos los movimientos de efectivo que tienen que ver con cómo la empresa se financia y recompensa a sus inversores.  

Flujo de caja libre

Se refiere al dinero en efectivo que una empresa retiene tras cubrir todos sus gastos operativos y de inversión. Es un indicador utilizado para medir la habilidad de la organización para producir efectivo de manera sostenida a lo largo del tiempo.

Flujo de caja de inversión

Evalúa los movimientos de dinero resultantes los gastos en activos fijos y otros activos no corrientes.  

Flujo de caja operativo

Es el dinero que la empresa produce a través de sus operaciones comerciales del día a día, y suele ser el indicador que más se utiliza para calcular el flujo de caja, ya que es la cantidad de dinero que se genera en la actividad normal de la empresa.  

¿Cómo se calcula el flujo de caja?

Debemos saber que el flujo de caja se puede calcular mediante la fórmula de caja por el método directo o la fórmula del flujo de caja por el método indirecto.

Mediante el primero de ellos, se lleva a cabo restando los flujos de efectivo entrantes (cobros de clientes y otros ingresos) de los flujos de efectivo salientes (gastos de operación, compra de activos fijos, etc.).

Por otro lado, con el método indirecto, se utilizan los datos obtenidos del beneficio neto de la empresa y se suman las amortizaciones y provisiones. Enfrentarse a pérdidas empresariales es un desafío crucial que requiere acción inmediata para evitar un posible cierre. Puedes consultar aquí algunas recomendaciones para reducir las pérdidas de tu empresa.

Si no sabes cómo calcular el flujo de caja, en Legálitas Impulsa podemos ayudarte a resolver tus dudas.