Claves de las estrategias corporativas para empresas

LEGÁLITAS IMPULSA  

Ya seamos autónomos o multinacionales o tengamos un proyecto grande o pequeño, es fundamental definir una estrategia corporativa para lograr nuestros objetivos. Conocer qué es exactamente, las claves para definir una buena estrategia corporativa y los tipos que existen nos ayudarán a definir un rumbo y tener éxito en nuestro proyecto.  

La estrategia corporativa es fundamental para cualquier tipo de empresa. Tanto si se trata de un pequeño proyecto que ponga en marcha un trabajador autónomo como si se habla de una gran multinacional, fijar unos objetivos concretos y el modo de conseguirlos ha de estar muy claro desde el comienzo.

No en vano, algunos negocios nuevos no consiguen salir adelante por una clara falta de planificación. Del mismo modo, existen ejemplos de grandes corporaciones que se han visto abocadas a cerrar sus puertas por una mala estrategia o una nula adaptabilidad a los cambios. Y es que, conocer las claves de las estrategias corporativas de las empresas no depende de grandes inversiones sino de marcar el rumbo desde el comienzo. En este sentido, siempre es recomendable solicitar ayuda a quienes más saben del tema, como es el caso de una gestoría online cuando se concreten los objetivos financieros.  

Qué es la estrategia corporativa

En primer lugar hay que saber que las estrategias corporativas de las empresas se basan en proyectar y dirigir el rumbo de cada actuación para conseguir un objetivo determinado. Para ello, hay que plantearse varias cuestiones como:

  • ¿Qué objetivos principales y secundarios se tienen?
  • ¿De qué recursos se dispone?
  • ¿Qué límites de tiempo existen para lograr cada objetivo?
  • ¿Cómo es el mercado en el que estará enmarcado el proyecto?
  • ¿Cómo es el segmento al que se debe dirigir cada acción? 

Claves para definir una buena estrategia empresarial

Aunque el plan dependerá de cada proyecto, existen varias claves para definir una buena estrategia corporativa, la cual suele estar marcada por la herramienta conocida como Cuadro de Mando Integral. Algunas de estas claves son las siguientes:

  • Análisis DAFO: antes de marcar la estrategia corporativa se debe realizar un análisis interno y externo de la situación. De esta manera se podrá conocer cuál es el estado real de la empresa y/o el proyecto internamente y cómo se comporta la competencia y el mercado a nivel externo. En el caso del análisis interno, han de tenerse en cuenta algunos aspectos esenciales como las demandas y recursos del personal, la evaluación de los valores corporativos y de la adaptación o modificación de la propuesta de valor empresarial, la motivación laboral y la gestión y desarrollo del talento.
  • Equipo especializado y multidisciplinar: puesto que las estrategias corporativas suelen afectar a diferentes departamentos de forma directa o indirecta lo mejor es contar con un equipo especializado en las diversas áreas del negocio. Algunas de ellas, aunque parezcan alejadas del objetivo principal, pueden aportar luz a otras que trabajan en la propia estrategia.
  • Fase de testeo: antes de saber si una estrategia va a funcionar o no -y sobre todo si requiere de una inversión importante-, se recomienda una fase previa de test que permitirá adelantarse a posibles imprevistos.
  • Plan estratégico: las diferentes estrategias tienen que estar marcadas dentro de un plan de implantación en el que se deciden las actuaciones de menor a mayor importancia, los responsables asignados, la metodología de trabajo y los plazos, entre otros aspectos.
  • Ejecución: una vez comunicados los diferentes roles y el plan estratégico corporativo, es el momento de la ejecución del mismo según lo previsto. En este caso habrá que ceñirse a los tiempos y modos establecidos, pues de lo contrario se puede caer en el caos.
  • Análisis y mejora del plan: se deberá realizar un seguimiento de las diferentes estrategias corporativas definidas en el plan. En base a los resultados que se vayan obteniendo se modificará el plan, se propondrán mejoras o se pasará a la siguiente fase.  

Tipos de estrategias corporativas

Por otra parte, conviene apuntar que existen múltiples estrategias corporativas en función del tipo de empresa, los objetivos que se persiguen o la actividad que se realiza. Algunas de las más destacadas son las siguientes:

  • Alianzas estratégicas: en algunos casos este tipo de estrategia se activa al inicio de un proyecto como apoyo para poder emprender. En otros casos, es una herramienta de crecimiento en el mercado. Por ejemplo, puede ir desde una colaboración con un influencer al que se le paga una cantidad monetaria a cambio de promocionar una marca o producto hasta la alianza de dos empresas para la consecución de un objetivo común (como es el caso de una promoción conjunta en Black Friday). Esta segunda opción podría realizarse a través de una acción a corto o largo plazo en la que todas las partes ganan (win to win).
  • Crecimiento: esto se plantea en el punto de maduración de una empresa y, por lo tanto, no aplicaría a un proyecto que está iniciándose. Por ejemplo, la adquisición de otra empresa (integración horizontal) o la incorporación de una acción que antes llevaba a cabo un proveedor (integración vertical). Ambas suponen una inversión con una rentabilidad futura que debe completarse antes de llevar a cabo la estrategia corporativa.
  • Diversificación: tener diferentes líneas de negocio, gamas de productos, especialización de servicio, etc. permitirá un menor riesgo para el negocio. Este tipo de estrategia garantiza el éxito de al menos una de las opciones ofrecidas.

  

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