¿Cómo calcular el finiquito de un empleado?

LEGÁLITAS IMPULSA  

Cuando llega el momento de que un empleado deja de formar parte de la empresa donde ha desarrollado su labor profesional, es hora de calcular el finiquito y que este se le entregue. Este derecho a recibir el finiquito se encuentra regulado en el artículo 49.2 del Estatuto de los Trabajadores. Pero antes de recibirlo, la empresa debe tener en cuenta una serie de variables. 

Desde KPMG Impulsa te explicamos cómo calcular el finiquito de un empleado y los factores que han de tenerse en cuenta para que no haya ningún inconveniente. 

¿Qué es el finiquito de un empleado?

El finiquito de un empleado consiste en un documento donde se indica la liquidación total y final de un empleado una vez ha terminado su labor profesional en la empresa. En el finiquito se incluyen todos los elementos de liquidación, que explicamos en párrafos posteriores. 

Además, cabe destacar que este documento tiene que entregarse al trabajador al acabar su relación laboral y tienen que firmarlo tanto él como la empresa. Así se demuestra que ambas partes han llegado a un acuerdo. 

¿Cuándo recibe el finiquito un empleado?

Recibir la liquidación de los derechos y obligaciones surgidas de una relación laboral se da en los siguientes casos: 

- La empresa despide al empleado: en este caso, el empresario decide finalizar la relación laboral con un trabajador, por lo que este tiene derecho a recibir un finiquito en el que se incluya el pago de las prestaciones a las que tenga derecho.

- Trabajador que renuncia: si el empleado decide dejar el trabajo por voluntad propia, tiene también derecho a esta cantidad de dinero.

- Finalización de un contrato temporal: en caso de que se trabaje bajo un contrato laboral, el finiquito se da cuando se termina el contrato. Por ejemplo, un contrato de servicio o por obra.  

Elementos que forman el finiquito

Estos son los elementos que se incluyen: 

- Días trabajados: se hace el cálculo diario y se multiplica por los días que el empleado ha trabajado al mes en curso.

- Vacaciones generadas y no disfrutadas: forman parte las disfrutadas como las generadas. Por ejemplo, si al trabajador le quedan 5 días de vacaciones, se multiplican por el sueldo diario.

- Pagas extraordinarias: si las hay y no están prorrateadas, se abonan sin cotización a la Seguridad Social, pero se tiene en cuenta la tributación al IRPF.

- Indemnización: hay casos donde es obligatoria la indemnización. Por ejemplo, por un despido improcedente, el trabajador tiene derecho a ella.

- Otros complementos: todas las cantidades adicionales como son las horas extras.

- Pluses o comisiones: dependen de cada caso.

Regulación del finiquito

El finiquito se encuentra regulado en los siguientes apartados:

- Artículos 3 y 48 del Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.

- Código Civil en el Real Decreto de 24 de julio de 1889.  

- Convenio colectivo si existe.  

Cálculo del finiquito 

Existen un montón de calculadoras digitales con los diferentes factores que forman parte del cálculo del finiquito. Para hacerlo correctamente, se apuntan los datos y después se suman las cantidades. El resultado es el importe total que el empleado tiene derecho a recibir. 

Hora de firmar la liquidación 

Para que quede todo cerrado correctamente, una vez la empresa haya calculado el finiquito, debe comunicárselo al trabajador y entregárselo con la carta de despido. Si este no está de acuerdo con la cantidad que va a recibir, puede decírselo y presentar una papeleta de conciliación. Si no se llega a un acuerdo, es necesario acudir al Juzgado de lo Social.

Si tienes cualquier duda, lo mejor es consultar con un profesional antes de firmar el finiquito. Además, para agilizar los trámites, también te recomendamos contar con un especialista en gestoría. En KPMG Impulsa somos una gestoría que ofrece servicios a PYMES, autónomos y emprendedores. Ponemos a disposición de cada cliente un gestor personalizado que se encargará de ayudarle en las tareas del día a día para que pueda centrarse en sus objetivos empresariales. No tendrá que preocuparse por la contabilidad, fiscalidad, nóminas, etc.





  

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