Ley del IVA: qué es y cómo funciona

LEGÁLITAS IMPULSA  

La mayoría de los contribuyentes saben qué es el Impuesto sobre el Valor Añadido, recogido en la conocida como ley del IVA, porque afecta a toda la población. Sin embargo, muchos probablemente no conozcan con profundidad los tipos que existen o cómo funciona realmente, algo que resulta esencial tanto para las empresas como para los trabajadores autónomos.

Por ello, apuntaremos a continuación los elementos básicos que cualquier negocio debe conocer para atender a sus obligaciones tributarias. 

¿Qué es la ley del IVA?

El IVA es algo tan sencillo como el incremento de un porcentaje determinado en el precio de cualquier producto o servicio que adquirimos. Es decir, se trata de un impuesto indirecto que grava el consumo. Este importe extra permite proporcionar recursos al Estado con los que poder afrontar los gastos públicos que repercutirán a los ciudadanos. 

En cuanto a la normativa, cabe señalar que la Ley 37/1992 sobre el IVA entró en vigor el 28 de diciembre de 1992 y desde entonces debe tenerse en cuenta a la hora de facturar todos esos bienes y servicios antes referidos.

¿Qué regula la ley de IVA?

Una vez aclarado el fundamento del Impuesto sobre el Valor Añadido, veamos qué se encarga de regular concretamente, de cara a entender mejor su dimensión en la economía española:

  • Naturaleza y ámbito de aplicación del impuesto.
  • Tributación de las entregas de bienes y de la prestación de servicios, así como la compra y venta de bienes y servicios intracomunitarios.
  • Importación y exportación de bienes y servicios fuera de la Unión Europea.
  • Exención y devengo de impuestos.
  • Sujeto pasivo del impuesto.
  • Deducciones y devoluciones.
  • Sistemas especiales de IVA.
  • Gestión fiscal o contable.
  • Infracciones y sanciones si no se cumplen las obligaciones tributarias relacionadas con el impuesto.
  • Y claro está, los tipos de IVA.  

¿Qué tipos de IVA existen?

Este es otro de los puntos que hay que conocer a fondo pues no todos los bienes y servicios tienen la misma carga fiscal. Así pues, en función del porcentaje aplicado al precio de venta existen tres tipos de IVA:

  • Tipo General: supone un 21% de incremento del precio de todos los bienes y servicios a nivel general.
  • Tipo Reducido: se aplica un 10% a los artículos que se consideran básicos (alimentos, servicios de hostelería, viviendas, transporte…).
  • Tipo Superreducido: se aplica un 4% a la venta de alimentos no elaborados (pan, huevos, leche…), libros, periódicos, medicamentos, vehículos y prótesis para minusválidos, viviendas de protección oficial y servicio de teleasistencia, ayuda a domicilio, residencia, centro de mayores… En definitiva, se pueden considerar artículos de primera necesidad.
  • Sin IVA: lotería, servicios educativos, servicios de mediación a personas físicas, el arrendamiento de vivienda habitual está siempre exento, seguros… En este punto hay que señalar que en caso de exención de IVA, se debe indicar en la factura.

¿Cómo funciona la ley del IVA en las empresas?

El siguiente tema clave con respecto a esta normativa es saber cómo funciona -aunque ya forme parte de la vida cotidiana de cualquier persona-. El contribuyente (cliente final) en su día a día tiene un papel sencillo en su cumplimiento: paga el impuesto incluido en cada producto o servicio adquirido y listo. Pero ¿qué debe hacer el empresario o el trabajador autónomo, conocido como sujeto pasivo?

1) En primer lugar cobra el IVA repercutido incluido en la venta de sus productos o en la prestación de sus servicios. Para ello debe estar dado de alta en la Agencia Tributaria.

2) Por otro lado, paga el IVA soportado por cada bien y servicio relacionado con el desarrollo de su actividad. Esto se lo deducirá en sus liquidaciones.

3) A continuación, cada trimestre -o a veces cada mes-, debe presentar la liquidación correspondiente a través del modelo 303 en la Agencia Tributaria. Dependiendo de la actividad que haya tenido, tendrá que pagar una cantidad monetaria cuando el IVA repercutido sea superior al soportado. Si por el contrario, el soportado es mayor, obtendrá un resultado a su favor. 

Las empresas y autónomos también han de tener en cuenta que todas las facturas deben incluir el tipo de IVA y la base imponible, y se habrán de realizar los pagos obligados en las fechas correspondientes. 

Además del citado modelo tributario 303 para la autoliquidación de IVA, existen otros modelos relacionados directamente con este impuesto.

  • Modelo 309: declaración de IVA, para la liquidación no periódica.
  • Modelo 347: declaración anual de operaciones con terceras personas.
  • Modelo 349: declaración informativa sobre operaciones intracomunitarias.
  • Modelo 390: declaración de IVA Resumen Anual.  

Como conclusión, hay que apuntar que la relación de empresas y autónomos con el Impuesto sobre el Valor Añadido es constante, de manera que el mejor modo de estar al día tanto en las diversas liquidaciones como en los pagos correspondientes pasa por confiar esa labor a un grupo de gestores especializados como los que conforman el equipo de KPMG Impulsa. Ponte en contacto con nosotros y te informaremos de todo. 


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